Tipo 13:00 hs parto de NQN a Mendoza con un total de 800 km a recorrer.
Paso por Catriel, dejo atrás a 25 de Mayo, fumo un tabaco en Puelen y un mar de baches me esperaban sobre la ruta 143 que, kilómetro atrás era la 151.
Jamás en mi vida había visto una ruta en tan mal estado, son casi 100 kilómetros de baches uno al lado del otro, pero con calma logre esquivar todos los pozos, antes de llegar a Algarrobo del Águila la ruta está en condiciones.
Llego a Santa Isabel, el calor era demasiado encima soplaba viento y la tierra que volaba era terrible, quitando mucha visibilidad en ruta.
Cargo combustible y me informan que saliera a Mendoza por Las Catitas que la ruta estaba buena. Llego a General Alvear tipo 20:00, salgo hacia Real del Padre, Monte Coman y doblo a la izquierda hacia el norte, el primer tramo estaba bueno, pero después series de baches, ruta sin marcar, partes de la ruta en reparación haciendo un andar difícil con una moto. Como Puteé y nuevamente me calenté por que dije para mis adentros, para que mierda hago caso, que me importa lo que digan los demás si tenía un camino trazado por que cambiarlo. Encima estuve a punto de hacerme bosta dos veces.
El camino interminable, velocidad crucero 60 km, porque estaba totalmente oscuro, ni luna había y la ruta como les dije, deplorable. Tal es así, que al que me recomendó la ruta le dije ¿Cual es el concepto tuyo de ruta en condiciones? Porque, realmente es una cagada la 153.
Los últimos 90 kilómetros para llegar a Mendoza se hicieron interminables y lo malo es que si hubiese imaginado lo que sucedería no hubiese llegado nunca.
Semana deplorable entre el trabajo, las dos cubiertas rotas y la traición, sumado el egoísmo más el desagradecimiento de gente que no me lo esperaba. Hicieron una semana nefasta, queriéndome escapar por qué me provocaba un profundo rechazo que aun dura.
Si por mí fuera, no volvería nunca más a esa provincia. Pero un encuentro en el Cristo Redentor, trabajo y esa fiesta de la Vendimia, es que volveré y espero no encontrarme con gente desagradable y mala leche.
Acá no hay fotos, NI NADA, porque no hay nada interesante, nada que me mueva, nada pero nada que valga la pena, solo me voy escuchando el ruido del viento y las ganas locas de escaparme de ese lugar, ni siquiera mire para atrás al marcharme.



















































