miércoles, 15 de marzo de 2017

Mendoza (segunda parte)

Antes de narrar lo sucedido en Mendoza esa tarde en la Posada Las Tablas ubicada en Carpinteria San Luis, llega mi gran amigo Ricardo con su tdm 900 y después de una breve charla, me dice cuando salís para San Luis, mañana a la mañana le conteste. El me dice quedate un rato más y nos vamos a comer chivo al bajo de Véliz. Ni un drama dije yo, mañana a las diez horas te espero y salimos.

Así que me levante temprano, con el propósito de alistar mi moto por que ya no volvería a la posada.

Ricardo llego tipo 10:30 y tras un breve desayuno nos pusimos a recorrer los 40 kms que separan Bajo de Véliz de Carpintería.

El Parque provincial Bajo de Véliz es un área protegida ubicada en cercanías de la localidad de Santa Rosa de Conlara, en el departamento Junín, al noreste de la provincia de San Luis, en la región central de la Argentina. El parque protege un importante yacimiento paleontológico del período carbónico superior y se trata de una estructura paleozoica.

Como era temprano y el restaurante aún no había abierto, decidimos dar un paseo por la zona y registre estas imágenes.













Volvimos a las 13:00 hs aproximadamente y el mismo ya estaba abierto y con algunos comensales, nos dirigimos hacia las mesas y ordenamos lo ya establecido anteriormente, chivo al asador o a la llama como lo llaman allá.




Luego de una extensa charla y haber calmado ambos estómagos decidimos partir, él para Carpintería donde tiene su cabaña y yo para San Luis Capital.

El lunes luego de la auditoría, dispongo la rueda hacia el oeste y me dirijo hacia Mendoza a las 13:00hs aproximadamente, el con un calor insoportable. Llego al hotel que había reservado en Mendoza y me mando a la habitación de una en busca de ese fresco artificial que provoca el aire acondicionado, que en ese momento era un páramo para mí.

La semana pasa sin sobresalto realizando las auditorías programadas y cumpliendo con el objetivo

El viernes 24 mucho calor durante todo el día, lluvia torrencial en la noche mendocina, ahoga la elección de la reina de capital para la vendimia, volándole el techo al escenario. Yo sin luz toda la noche en el hotel, por ende sin aire acondicionado muerto de calor, implicando un poco descanso.

Por la mañana, un desayuno, el armado de mis enceres y la partida hacia Uspallata rumbo al encuentro. En el camino me encuentro con toda la tropa que estaba yendo para ese sitio, con el duende a la cabeza. Ellos salieron desde Las Heras a las 7 de la mañana, en realidad no sé bien a qué hora salieron. Lo que si se es que se juntaban a esa hora.

Como yo conozco la mentalidad mendocina, que ninguno llega en horario y mucho menos salir a esa hora, es por ello que me los encontré a las 10:00hs en la YPF que esta antes de la ruta N° 7.








Cuando llegamos a Potrerillos la Gendarmería que nos escoltaría hasta Uspallata, nos dio una charla técnica de cómo iba a ser el recorrido.


Ya en Uspallata nos reunimos en la YPF y allí mismo se produjo la desconcentración y cada uno tenía tiempo libre para hacer lo que quisiera.







Yo por mi parte, me detuve un rato a recordar nostálgicamente mi paso por esa recorriendo la zona de ranchillos en un tampu inca y la bajada de los 365 caracoles que posee la ruta N° 52 camino a Villavicencio. Un gran recuerdo, pero como todo pasa y solo quedan las historias. Después de ese momento de boludez, me dirigí hacia lo importante que era comerme un chivo en el “El Rancho”, una buena siesta, la cena del encuentro en el mismo restaurante que había almorzado.

 A las 9 de la mañana del día domingo todas las motos se encontraban lista y en formación para salir hacia el Cristo Redentor. Cuando llegamos a Las cuevas el paso hacia el menhir se encontraba cerrado, por lo tanto, en ese momento se terminó el programa del encuentro.

Días atrás me había puesto en contacto con mi amigo motoviajero Diego, al cual conocí en Ushuaia y le comente de este encuentro. La respuesta se no se hizo esperar y dispuso su Falcon 400 en fila hacia el oeste con rumbo a Mendoza.

Como ya habíamos arreglado lugo de sacarnos unas fotos de rigor en el final de la juntada, en el Puente del Inca y en la entrada del Parque Nacional Aconcagua. Nos dirigimos hacia Barreal (Sur de San Juan). Pasando por un ripio de 36 km medio suelto y por Pampa del Leoncito, lugar maravilloso si los hay.











En Barreal hicimos una parada técnica, como así también nos hidratamos, un breve descanso para continuar camino hacia la ciudad de san Juan entre montañas y un paisaje maravilloso.




















Ya en la ciudad alojados nos fuimos a cenar y al otro día a la mañana emprendimos la segunda etapa del regreso.

El, llego a su pueblo en la provincia de Santa Fé y yo hice noche en Venado Tuerto para luego continuar camino a casa, luego de estar 15 días motoviajando.  





martes, 7 de marzo de 2017

Otro viaje, Otro viaje anhelado y cumplido mas. (primera parte)

Si, es así, otro viaje mas en que me doy el gusto de poder cumplir. Hoy a mis 47 años de edad, siento la misma sensación de placer y la misma adrenalina cuando monto mi moto y me echo a andar, como cuando en tiempos idos salía a rutear en dos ruedas. 

El viento que te acaricia la cara, el agua que purifica; el sol que da vida; el frío que no es frío, sino que te hace sentir que estas vivo; los olores que te da el andar, como dice una vieja zamba, un pueblito aquí, otro mas allá y un camino largo que baja y se pierde (paisajes de Catamarca). Sin perder detalle de los paisajes que pasan los cuales quedan en la memoria imborrables. Yo digo que, por cada lugar que se pasa en moto ni siquiera los años borran cada uno de los recuerdos que se transitaron motoviajando.

El por que viajo en moto, simple, soy un andador de caminos en solitario, y la cadena de la moto me da esa libertad que necesito para poder continuar, pensando en silencio o dejando la mente en blanco disfrutando de lo que tanto me gusta.

Por que viajo solo, simple. Por que yo, en esos momentos soy el capitán de mi moto y el custodio de mi vida , paro cuando quiero, sigo cuando quiero, duermo cuando me da sueño y ando cuando quiero, sin tener que conciliar con nadie, salidas y llegadas.

Que te deja el camino, fundamentalmente hermanos motoviajeros, como Pablo de Neuquén, Diego de Elortondo, o Gabriela de Ushuaia, o Karina de Esquel, ó Vero de san Rafael ó Andrés con su 135 por los caminos del sur, un loco lindo si los hay. Toda gente maravillosa que no dudarían un segundo en ayudarte si los necesitas. Los cuales, con algunos he compartido caminos nutriéndome de sus experiencias.

Que me preocupa cuando salgo a motear, Mi Familia, que los dejo solos, pero se también y por eso me voy tranquilo es que esta su Madre, que digo madre Madraza, una mujer con todas las letras que va a velar por ellos y resolver cualquier inconveniente. No tengo dudas de eso.

Eran las seis de la mañana de un martes de febrero cuando afuera llovía torrencialmente, calce mi equipo de lluvia, me despido de mi familia alzando al cielo una plegaria para que cuide mi familia y mi andar. Pongo en marcha La Negra, Lautaro abre el portón, le pido a La Virgen de Lujan que suba a andar conmigo, pongo primera y me dispongo a marchar, miro para atrás un bocinazo en señal de saludo veo come se cierra el portón del garaje bajo la vicera y le entro al acelerador.

Primer destino de este viaje mezcla de trabajo y placer, San Nicolás de los Arroyos donde audito la primera empresa, la cual no me trajo demasiado problema por que son prolijos en el trabajo. 

Termino y me dirijo hacia Rosario, donde dos empresas me estaban esperando para la auditoria que debía realizarle. Luego un paseíto por la Urbe.














Mas tarde una buena cena, un revolcon por las sabanas y un descanso reparador.

Al otro día ya repuesto, Capitán Bermudez y San Lorenzo con trabajo y paseo, Campo de la Gloria y Convento san Carlos.







Luego partida hacia santa Fé capital y descanso. A la Mañana registre el amanecer runbo a San Francisco (Córdoba)







A la noche cena el la casa de Ricardo y su flia. en La Puerta, al norte de Córdoba. Al otro día a la mañana Villa de merlo era el destino.














Luego vino, San Luis, Mendoza, el encuentro por la Paz, San Juan y regreso a Baires, pero eso lo dejo para la segunda parte.