lunes, 27 de noviembre de 2017

No todo es la Moto


Hoy  voy a abrir mi corazón y narrar lo vivido este fin de semana.

El viernes por la mañana, me llama un amigo. El cual me dice, Loco vamos a pescar a la isla mañana? Avísale a tu pibe si quiere venir.

La repuesta no se hizo esperar y al terminar la pregunta fue, Vamos Pá sin siquiera preguntar adónde. Ese es mi Hijo!!!

Tengo tres hijos de los cuales poseen distintos gustos o preferencias a la hora de compartir conmigo cosas que a mí me dan placer y si lo camparto con ellos, doble satisfacción.

Lautaro, mi hijo mayor es un apasionado de las motos pero de pista. Así que hablamos mucho de eso de andar en dos ruedas.

Lisandro (El Polako), es un apasionado por la pesca

Lara, hacedora de una puntería impresionante, haciendo tiro practico.

En definitiva, todos comparten algo de mis gustos y pasiones.

En este caso, salimos muy temprano con el polako, pasamos a buscar a mi amigo y de ahí nos fuimos a la zona de Villa la Ñata a buscar la lancha para ir a la isla, dejar los enceres y dar comienzo a la jornada de pesca.

La ida y el descanso de un Grande, Ahhh trasnocha, si te justa el durazno, bancate la pelusa, jajajajaj.




Hermosos momentos acompañaron el día entre risas y conversaciones amenas, viendo a mi hijo  a pleno pescando y sentir en mi interior que no vino para acompañarme solamente, que realmente estaba disfrutando y yo feliz de poder compartir con él esta pasión por la pesca.

Momentos




















Al otro día realizaríamos media jornada de pesca y la intención era como ya habíamos pescado dorados el sábado, realizar una incursión al bagre de mar.

Bien temprano nos levantamos y a las 7:30 hs ya estábamos prontos y listos para dar comienzo  a la nueva jornada.

Él. Nunca había pescado este tipo de especie, entonces me dedique a explicarle como era el pique del bagre y cuando debía encañar para producir la clavada.

Encarnamos los equipos realizamos los lanzamiento y nos quedamos esperando a ver que pasaba, cada uno en su caña abstraídos del mundo como si nada importara.

De pronto se escucha un Uyyyyyyyyyy, levanto la cabeza como asustado por lo que hubiese pasado y lo veo al Polakito con una sonrisa de oreja a oreja diciéndome. Creo que lo clavé pá, efectivamente lo había clavado como para que no se le vaya y después de 15 minutos de lucha un soberbio bagre da mar de más de cuatro kilos asomaba la cabeza al lado del bote. Felices, nos fundimos en un abrazo por la captura que había realizado.
Quiero contar que mi amigo y yo hicimos sapo ni siquiera un pique tuvimos, siendo Lisandro el gran triunfador de la media jornada.

Si, nos pinto la cara el Polakito





El regreso





Ya con la noche cerrada y en la cama como para entrarle de lleno al sueño, descubrí a que le tengo miedo. “que pasara cuando mi cuerpo después de tantas batallas, quede sin vida”.
Tengo millones de errores y cuando me equivoco me equivoco fiero porque voy hasta el cuajo.

Soy un hombre que va para adelante y no freno, si me tengo que llevar el mundo puesto me lo llevo y que otro junte los restos.

Ahora bien y acá esta mi miedo!!!

¿Habré sido un buen padre?

¿Habré cumplido con ese rol?

¿Habré sido justo con ellos?, no lo se

¿Seré digno de una lágrima de ellos?

Aprendí o no, a ser padre con ellos, sobre todo con Lautaro, el mayor. No encontré manuales de cómo hacerlo, pensando si les di lo que necesitaban y no estoy hablando de plata, por que la plata es plata y lo que se compra con plata es barato.

¿Les habré dado el cariño y la comprensión que ellos necesitaban?

¿Como me recordarán mis hijos?

Si alguna vez entre ellos me recuerden y exclamen, te acordás cuando íbamos con papá a tal lado. Que grande el viejo. Ahí seguiré vivo en sus corazones aunque ya no esté.

Besoss.
De Papá.

Los quiero y los amo, como jamás amé a nadie.