Así como de la nada en medio del agite laboral, me entraron
ganas de escribir y en mi mente como un título de primera plana broto “como un
acta, una fotografía escrita”.
En mis escrituras no busco la perfección utilizando palabras
rebuscadas, ni rimas bonitas, o colocando la coma o el punto exacto. Solo Hago
eso escribir como me salga porque tampoco hago correcciones, es así como me
sale.
Escribo porque este blog se trata de eso, contar mis momentos
desde lo más adentro de mis entrañas, en la moto, en la camioneta, en un avión o
en lo que sea. Son momentos mágicos
únicos e irrepetibles, esa ruta en solitario con un final de sábanas blancas
después de un día agotador o las horas inmóvil esperando una presa o mirando la
punta de la caña donde uno se convierte en un monje tibetano, en un pensador, en un filósofo después de haber lanzado la carnada colocándola
en el lugar que quería con la precisión de un relojero suizo.
Soy fui soy y seré un andariego de la vida, así me defino y
así soy tan simple como eso, solo ando y así quiero morir, andando caminos.
Hace poco volví de un viaje a España donde el trabajo me
esperaba y unos días extras bastaron para que una amiga motoviajera gallega me
mostrara esos lugares que ella frecuenta y su loca pasión por mi acento
argentino.
Brasil me encanta, Venezuela me pierde, Colombia me apasiona después un café es
inevitable, Cuba me cierra y así puedo seguir un rato mas pero no es mi
intención.
Recuerdo a un cantante español, Joaquin Sabina diciendo que
se queda en atocha, yo por mi parte no me comparo con el pero me quedo en mi
Argentina y es acá donde me detengo y comienzo a fotografiar mi País.
Arranco por ese sur indómito y en la ciudad más Austral de
mundo denominada Bahía que Penetra al Poniente en el idioma Yámana, que no es
otra cosa que la Ciudad de Ushuaia en la Tierra del Fuego. El monte Cinco
Hermano, el Monte Olivia se alzan como custodios de la urbe. El cordón Martial
con su glaciar y ese hielo eterno, el parque Nacional Tierra del Fuego, el paso
Garibaldi y su Lago Escondido reflejando las montañas que lo rodean en esa agua
que más que agua parece un espejo, son imágenes imposible de borrar de mis
retinas, andar en moto por esos lares fue una de las cosas más lindas que conocí.
Subo, paso por el Estrecho de Magallanes y entro a la
provincia de Santa Cruz por Rio Gallegos, no sin antes pasar por Cabo Vírgenes
donde se encuentra el km 0 de la mítica Ruta Nacional 40. Me interno en la
provincia tanto por este como por el oeste. En el este, Puerto San Julián,
Piedra Buena, Puerto Deseado Entre otras,
al oeste arranco por Rio Turbio y su mina antológica subo a Esperanza, el
Calafate y ese enorme mastodonte que es el Glaciar Perito Moreno, El Chaltén y
el cerro Fitz Roy, Tres Lagos, Bajo Caracoles, Peritos Moreno, que tienen en
común, Paisajes hermosos que te invitan a regresar, el frío y el viento pasan a
segundo plano por la calidad y la calidez de su gente.
Chubut te invita a recorrer sus lugares Teka, Esquel, Puerto
Madryn, Trelew y su museo de ciencias naturales imperdible.
Rio Negro y su ciudad emblemática Bariloche siendo esta la
ciudad más fría de la República.
El Neuquén tiene para mí el mejor río de la Argentina El
Limay, como una foto grabada tengo Confluencias en mi corazón y el dedo de Dios.
Paso por La Pampa y mil lugares por nombrar, pero los quesos
que se hacen en la colonia menonita ahí en Guatrache, son inolvidables.
Buenos Aires y su techo en el Sistema de la Ventania el
cerro Tres Picos con 1239 metros de altura, Mar del Plata es la perla del oeste
de la provincia, ciudad cosmopolita si las hay y así nombrar el delta del
tigre, Lujan y su basílica, Areco y la tradicción, Provincia donde es imposible
aburrirse podes cazar, pescar, trackings por Sierra de La Ventana y mil sitios
más donde el turismo aventura o el ecoturismo, son imperdibles.
La Región del nuevo cuyo, esos chivos de Malargüe, el techo
del País “El Aconcagua”, en San Juan el parque nacional El Leoncito en el
departamento de Calingasta a 34 km de Barreal, esto en moto es increíble y así
mil lugares más en La Rioja y San Luis no me olvido de los 7 cajones.
La región del centro, Córdoba y sus altas cumbres, Santa Fé
y su fauna, sus estancias que son un recreo para cualquiera, no me olvido de
Punta Cayasta. Entre Ríos y todos sus verdes con el parque nacional El Palmar.
La nueva gran región del norte arrancado por Catamarca
sedienta, Un Santiago del Estero que arde pero en termas de Río Hondo busque
mis sábanas blancas como olvidar, Tucumán y el cerro San Javier, El Infiernillo
y si la cintura es un junco, si la boca es colorada y son los ojos retinto, esa
moza es tucumana. Corrientes y su chamamé. Misiones y las Cataratas del Iguazú.
Chaco y Formosa mucho para ver y mucho para andar. Jujuy y el cerro de los
siete colores y Salta la linda como sus mujeres.