jueves, 19 de febrero de 2015

Día 13, Que noche la de anoche TeTe y salida a Zapala


Habiendo arribado a Villa la Angostura tipo 18:00 hs. Me dispongo a buscar un hospedaje en el sitio. Los costos por una noche eran relocos encima lo que podía encontrar mas barato desbordaban de gente, es mas toda la villa era un caos de personas. Y ya me veía haciendo la carpa al lado de una estación de servicio.
Para hacerla corta saliendo sobre el río correntoso (río más corto del mundo) encuentro un camping de nombre homónimo. Me dicen que tienen dormis a $100 por persona y como la diferencia de armar la carpa con este no era mucha opte sin mirar la opción del dormi. Ja, cuando me llevo la encargada, el sitio donde pasaría la noche era una casilla la cual bauticé “la no te dejo Dormir”. He dormido en este tipo de viviendas móviles cuando trabajaba en el campo y nunca pase, lo que pase esa noche.
Lo primero que dice esta buena señora fue, “no subas, no subas, que esta toda sucia, te la barro y te llamo. Así que como la moto iba a estar lejos de donde yo estaba alojado me puse a bajar todos los accesorios que traía e ir depositándolo afuera de la casilla hasta que me diera la orden de subir.
Un sector del camping




Donde pasaría la noche




Mi Cama

La vista, jajajaja


Sale la señora le pido que me prepare una suprema mientras yo acomodaba no se en donde todas mis cosas.
Ya totalmente cruzado por que la moto no iba a estar a mi lado y eso me preocupaba, así que la asegure por todos lados. De todas maneras intranquilo por mas que me aseguraban que no pasaba nada.
Después de cenar, me voy a dormir fusilado, como no sufro el frío, me quedo en ropa interior y me meto en la bolsa de dormir térmica que compre en Bolivia. A la media hora me había puesto dos remera manga largas, la calza de viajes un par de medias hasta las rodillas, por supuesto que todo térmico. Lo cual no basto por que la ventilación de la parte superior de la casilla estaba abierta y no había forma de cerrarla y ni prendiendo mi cocina portátil la podía calentar. Por lo tanto y en conclusión me cagué de frío toda la noche.
El día amaneció increíble ni una nube, un regalo del cielo en verdad, así que desayune unos mates con galletitas, arme todos mis enceres y sin haber dormido un carajo me propuse cumplir con un nuevo tramo.

Este sería, Villa La Angostura – Zapala
La primera parte fue la zona de los 7 lagos, que lugar!!! El Creador ese día estaba inspirado y puso su dedo mágico en ese sitio. Que artista por favor. Y yo surcándolo y volcando la moto en cada curva, me sentía en el aire disfrutando de tanta belleza junta.












Después de esto apuré la marcha y no paré hasta Zapala






Cuando paso Junín de los Andes me encuentro con esta foto.

Imponente el volcán Lanín


Faltando 100 km para llegar a Zapala, otra vez la cadena empieza a sonar y el fantasma del desprendimiento estaba latente. Así que, trate de mantener siempre el motor en tracción para mantener la cadena tensa y pude llegar a un nuevo objetivo.

Ya instalado en el hotel y con pocas ganas de ponerme a laburar en la moto después de haber conducido por 9 horas y media decidí llevarla a un mecánico, pero mi duda era si este seria bueno o confiable ya que no quería que me pase lo de gallegos que supuestamente eran los mejores y quedé tirado en medio de la nada.

Consulte en el hotel y tras lograr el dato de un mecánico de motos partí para allá. Empezamos a charlar sobre la máquina y decidimos que lo mas conveniente era sacarle un eslabón a la cadena por que se había estirado demasiado y ahí nomas se comenzó la labor.


Ya reparada la moto, la dejo lista para partir al día siguiente, como algo, me duche y me acosté. Atrás había dejado la casilla y el frío inmenso de esas cuatro chapas. Disfrutando ahora la cama de 2 1/2 plazas. Con el fin de recuperar fuerzas para el día siguiente.


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