jueves, 5 de febrero de 2015

Día 6. Nacido Para Ser Salvaje

Que bien me sientan estos lugares, como disfruto de la soledad, de la tranquilidad, del silbido del viento y del rugir de la moto. Cuanta paz por Dios. tan lejos y tan cerca de todo.

Hoy arranco el día a las 7 de la mañana. La moto lista, cargada con lo indispensable, algunas herramientas, combustible adicional, ya que tendría un trayecto de 300 km en total ida y vuelta sin estaciones de servicio. O sea, que iba a llegar al cabo pero no regresaría a Gallegos si contaba solo con el combustible del tanque de la moto. 

El día se presentaba sin viento y soleado lo que vaticinaba una jornada agradable así que nuevamente enfile la rueda delantera al sur en busca de mi objetivo (Km 0, R40) y tras pasar un destacamento policial unos 8 kms. vire a la izquierda en busca de mi meta en el día de hoy.

Cuando estaba a unos 65 km de la llegada, se desprende la cadena de la corona dejándome sin tracción.



El lugar donde se produce el desprendimiento es saliendo de un bajo en una curva a la derecha, tornándolo peligroso por que si venía algún vehículo de seguro no me vería llevándome puesto. Unos kms atrás había pasado una toyota con tres personas, así que los espere y cuando doblaron les pedí si no me tiraban hacia arriba de la loma. Los cuales accedieron sin inconvenientes. Ya ubicado en un sector seguro me dispuse a desarmar y poner la cadena en su lugar.

Subsanado el inconveniente me puse otra vez en carrera hacia el objetivo sin mayores inconvenientes. Si bien la ruta esta bastante buena hay ripio suelto y mas de una vez tuve que bajar la pata para mantenerme en equilibrio sin sufrir caídas gracias a Dios.

Cuando llegue la sensación fue un nudo en la garganta y un sentimiento de alegría, placer, satisfacción, lo que siempre quise hacer estaba enfrente de mis ojos y llore de amor, llore de pasión, llore como un chico por que no entraba en mi toda la felicidad que sentía, llore solo, llore en silencio mientras bailaba en el medio de la nada. Llore por estar ahí. Me senté contemple todo lo que mi vista podía alcanzar a ver. Me pare y volví a bailar solo con mi sombra. 















Después de esto me fuí a la confitería que hay en el lugar que pertenece a la estancia monte dinero, comí algo,




y emprendí el regreso con la satisfacción de haber llegado y a gusto con el entorno.

Mañana, arranco hacia Río Turbio a ver a un primo y decido si voy al Paine y la verdad que no tengo muchas ganas de pisar suelo chileno. 

4 comentarios:

  1. Hola Leo leo tus notas de ruta y veo como si estuviera ahi. Preciosos los paisajes la verdad q nuestro Sur es un regalo de Dios. El sur chileno tb es hermoso y de ultima te vas a comer un mariscal o una empanada de marisco y queso. Suerte. Cuidate

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  2. Casi un año después sigo leyendote y me sigue emocionando como el primer día!

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