jueves, 7 de mayo de 2015

Por que la pasión es en dos ruedas (tercera etapa)

Andar en moto para mi es como volar, me desconecta de todo y me transporta a lugares inéditos y si a eso le sumo los espacios en los que transito se acrecientan esas sensaciones. Ha decir verdad,  lo importante y lo que me da placer es andar sin importar el camino que surque, es por eso el tipo de moto que utilizo que me da la posibilidad de caminar por rutas ripio piedra, llanura o montañas.
En esta oportunidad, un objetivo que tenía planeado era la ruta provincial 13, que une el departamento de Las Heras con Uspallata (Mendoza)

Como conozco mucha gente en esta provincia, hablo con un amigo y le comento lo que iba a hacer. Lo invito y me dice que si aunque esa ruta es peligrosa y no esta para ir solo, en definitiva arreglamos para ir juntos.

Al otro día me comunica que su amigo Leo iba  a venir con nosotros y si no tenía inconvenientes a lo que respondí que no me molestaba en lo mas mínimo. Aparte me cuenta que es un avezado endurista y conoce la zona y nos oficiaría como guía. En verdad que fue un acierto por que hay un montón de caminos y de seguro nos hubiéramos perdido por que hay varias bifurcaciones y andar por esos lares de noche hubiese tornado peligroso. O sea, que de la partida seriamos, Ricardo, Leonardo y yo.

Partimos cerca del mediodía y registre estas imágenes, la primera parte tranquila pero despues del primer puesto hasta el segundo monolito se torno áspera la cosa. En estos casos las cubiertas deben estar bien infladas por que una piedra puede romperte una cubierta si esta floja o desinflada.








Cuando salimos de este puesto iniciando el ascenso, salimos en busca del primer mojón y es aquí cuando cometo una boludéz que la montaña no perdona.
Venía ascendiendo en segunda. hay una subida a la derecha y al inicio un sanjón y del otro lado el precipicio.
Ya a 10 metros de ascender una sombra de costado me distrajo, miro y cuando vuelvo la vista al terreno ya me encontraba ascendiendo sin potencia y en segunda, bajo la marcha y la moto lógicamente no responde y se me va hacia el precipicio. Cosa que volanteo y la mando contra el sanjón dejándome sin piso en el aire y es ahí donde decido tirarme de la moto para que no me apretara. Comienzo a trastabillar unos 15 metros y en bajada cosa que no podía parar. Hasta q vi el precipicio y ahí me clavé contra el piso golpeándome solo la rodilla.

Momento después de la caida






Por eso, nunca pero nunca hay que distraerse cuando se anda mas que nada en este tipo de terrenos.





El primer monolito el camino era de piedras fijas y sueltas, bastante difícil.



El descenso hacia Uspallata.











Ruta 13 Mendoza. Capítulo cerrado objetivo cumplido y otro historia que se puede contar. 

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